El dios Mercurio (en latín Mercurius) está representado rematando las dos entradas laterales y en los capiteles corintios de las columnas altas de las fachadas Norte (plaza Lanuza) y Sur (C/ Torrenueva).
El dios Mercurio (el Hermes griego) desempeña en la mitología occidental la función de heraldo celestial. Sus atributos principales simbolizan esta misión: sus sandalias aladas, su caduceo (vara de olivo o de oro con guirnaldas, con dos serpientes enfrentadas que forman el número «8» representando el equilibrio de dos fuerzas antagónicas) y el «petasus» o casco alado. Todo ello hace alusión a su misión de dios comunicador entre el mundo terrenal y el olimpo de los dioses clásicos. Además es el dios protector de los viajeros, del comercio, del lenguaje, de la elocuencia y en general de la comunicación.
Mercurio también actúa como guía y conductor de las almas al Más allá. Su caduceo es símbolo de poder subsidiario sobre la muerte, que facilita la purificación espiritual. También fue el emblema de la paz en la Antigüedad. Su caduceo, tal y como hemos comentado anteriormente, es el atributo habitual de este dios (también lo fue de Hermes) que lo empleaba para abatir ante él enfrentamientos y discordias. Por todo ello lo eligió Félix Navarro, el arquitecto del edificio.
Mercurio es también un dios protector de las artes y de las letras, de la artesanía y de los oficios productivos. Conoce al ser humano, al que le ayuda a encontrar la luz. Nosotros los detallistas, somos personas con «oficio», por ello reivindicamos el valor de los oficios y de los artesanos, del trabajo manual y por supuesto del trato humano.
Nos gusta lo que simboliza este dios mitológico: la paz, la comunicación entre las personas y el lenguaje. Al fin y al cabo es lo que hacemos todos los días con nuestros clientes. No pretendemos ser presuntuosos, solo reivindicar el valor de nuestro oficio como comerciantes.