Hace treinta años Constan optó a un puesto de charcutería en el por aquel entonces recién renovado mercado. Contaba entonces con tan solo veintiún años y sin ninguna experiencia previa en el sector del comercio.
Al analizar con cierta perspectiva su trayectoria, reconoce su osadía inicial y los malos augurios que no le concedían ninguna posibilidad de salir airoso con su puesto en el mercado, al no contar con ninguna experiencia previa. El tiempo ha puesto las cosas en su sitio, y tras mucho esfuerzo y tesón, aquellos presagios iniciales se han visto superados.
Constan es el ejemplo palpable de las cualidades que debe poseer un trabajador autónomo, que son: la constancia, la confianza en uno mismo y la capacidad de aprender de los errores.
En un puesto de charcutería, una de las tareas que requiere más destreza es el deshuesado de jamones. En este caso, recibió unas sencillas nociones de su proveedor y se aplicó con esmero a esta tarea. Al principio empleó más de media hora, pero al cabo de un tiempo adquirió la destreza y la habilidad necesaria para realizar dicha labor en poco más de diez minutos.
Le preguntamos por los secretos para comer un buen trozo de jamón y nos aconseja adquirir un jamón entero e ir cortándolo a medida que se consume. Las prisas actuales hacen que muchos clientes adquieran el jamón fileteado o incluso envasado al vacío, pero eso no impide que se siga aconsejando consumir jamón recién cortado.
Constan se muestra satisfecho de su trayectoria y se encuentra dispuesto a iniciar una nueva etapa tras la próxima reforma del mercado en la que espera estar presente.