El agua supone entre el 90 y el 96 % de la composición de las verduras, que además no contienen prácticamente proteínas ni lípidos (grasas), y las cantidades de hidratos de carbono son muy bajas, por lo que estos alimentos proporcionan muy pocas calorías.
Estos alimentos son una fuente importante de:
• Vitaminas, sobre todo vitamina C (lechuga, tomate, calabacines, acelgas…) y vitamina A (zanahorias, espinacas, pimientos rojos, tomate, lechuga…).
•Ácido fólico (verduras de hoja).
• Minerales como magnesio, potasio y calcio.
•Fibra.
Entre los nutrientes aportados por las verduras y hortalizas destacan los fitoquímicos (ej.:antioxidantes), sustancias cuya actividad biológica promueve la salud y previene algunas enfermedades crónicas degenerativas como las cardiovasculares, las metabólicas y las neoplásicas.
Recomendaciones.
Se recomienda que el consumo de verduras y hortalizas sea diario y en cantidades necesarias, lo que se estima en 5 raciones o más (400 g). Es fácil alcanzar estas recomendaciones si en la dieta diaria introducimos en las dos comidas principales una ensalada o un plato de verdura o como guarnición de otros alimentos.
Cada ración debe tener un peso en crudo de 150 – 200 gramos, lo que equivale a un plato de ensalada variada o de verdura.