Los tarjetones, un punto de color en el interior

Los productos que se venden en el mercado están presentes en los cuarenta y dos tarjetones esmaltados del interior. Iniciando un recorrido desde la fachada principal (sur) hacia la fachada trasera (norte) y volviendo desde ésta hasta la fachada principal se ven tarjetones con las siguientes imágenes:


En el lateral oeste:
Melocotones.
Gallina y polluelos.
Racimos de uva.
Peces.
Ánade en vuelo.
Zanahorias y nabos.
Gallina y huevos.
Panes y cesta de higos.
Alcachofas.
Langosta.
Cabra.
Pájaros.
Ciruelas.
Codornices.
Jabalí.
Manzanas y melones.
Ternero.
Naranjas.
Olivas negras.
Coliflor.
Cordero.
En el lateral este:
Pavo.
Cerdo.
Corzo.
Aves negras.
Peras.
Gallo.
Toro.
Perdices.
Cordero.
Melón abierto y
melocotones.
Faisán.
Vaca.
Pato.
Angulas.
Membrillos.
Pájaros.
Conejos.
Carnero.
Dos palomas.
Cerezas.
Peces.

El propio Félix Navarro explicó la presencia de todas estas figuras en la decoración del Mercado Central en un importante artículo publicado en “Heraldo de Aragón” el 24 de junio de 1903, día de su inauguración. En este artículo el arquitecto expone claramente su concepción global del edificio
y el sentido de los principales elementos de su ornamentación. En esencia, Navarro tiene una forma de concebir el edificio porque tiene una forma de concebir el trabajo humano (al que canta con su arte), el comercio (un fecundo trato) al que está destinado, las relaciones de los seres humanos entre sí (que han de ser de equidad), las de éstos con la materia (sobre la que reinan),
con su propia intimidad espiritual (victoria sobre las rudezas, mezquindades y egoísmos) y con una inspiración superior (una norma bajada del cielo, una ley o razón).

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