Solanilla ofrece en el Mercado Central un amplio muestrario de productos como semillas, harinas, legumbres o frutas deshidratadas que suponen un interesante complemento nutricional.
Gastronomía y salud son dos conceptos que van de la mano y que en el Mercado Central resultan muy visibles. En todos los sectores de la alimentación es así, pero tal vez hay un puesto del Mercado donde eso se hace más evidente.
En Solanilla venden a granel frutos secos, legumbres, semillas, harinas,
frutas deshidratadas… Por supuesto, no menos saludables son frutas y verduras, carne, pescado, cereales, lácteos… a la búsqueda de una dieta equilibrada, pero tal vez frutos secos, legumbres y semillas
han incorporado sus propiedades a ese objetivo con mucha fuerza en los
últimos años.
Sara Urdániz trabaja desde hace 12 años en Solanilla y tiene claro que “hasta hace poco los frutos secos se consumían mayoritariamente como un producto de picoteo mientras que ahora se valora mucho su aporte nutricional”. Y algo parecido sucede con semillas como la quinoa y la chía, “que cada vez se venden más, y no solo entre las personas vegetarianas o veganas, ya que muchos clientes han oído hablar de que son ´superalimentos` y quieren conocer sus propiedades”.
Las intolerancias alimentarias y los problema de los celiacos están detrás del amplio catálogo de harinas sin gluten que vende Sara Urdániz: de garbanzo, maíz, arroz, trigo sarraceno… Y qué decir de las legumbres, cuyo espacio en el mostrador ha crecido notablemente tras la reapertura. Los nutricionistas cada vez ponen más en valor su consumo dos o tres veces por semana y eso se traduce en una buena acogida. Entre las últimas incorporaciones se encuentran la lenteja de caviar y el caparrón.
En cualquier caso, los frutos secos siguen siendo los que más aceptación tienen como alimentos saludables. “Sobre todo, las nueces, que demandan mucho las personas mayores”, prosigue Sara. Ella también ha detectado otro cambio en los hábitos de consumo de estos productos: “Hasta hace poco se pedían fritos o tostados, y aunque siguen teniendo buena salida, lo cierto es que crece el consumo en crudo”. Es el caso de avellanas, almendras o nueces de macadamia, pero también de pipas de calabaza o de girasol.
Contemplando el mostrador de Solanilla, los frutos deshidratados como mango, pomelo, kiwi o arándanos también son muy interesantes nutricionalmente para degustar al natural o para elaborar muesli. No han desbancado a la fruta seca de toda la vida como orejones o dátiles, pero ada vez tienen más protagonismo.
Lo dicho, un completo y variado muestrario de productos en el que el binomio gastronomía y salud va muy de la mano.