La creatividad, clave para el tirón del Mercado Central.

Eventos gastronómicos, encuentros y actos conmemorativos o jornadas de puertas abiertas son algunas de las propuestas de mejora, según los profesionales del sector

¿Es el turismo la asignatura pendiente del Mercado Central? ¿Qué se puede hacer para conseguir atraer a más visitantes de fuera y para que los zaragozanos lo conozcan mejor como un reclamo turístico? Estas dos preguntas ponen en el centro de la diana un tema al que se puede sacar más partido.

La Asociación de Detallistas del Mercado Central lo sabe bien y durante este año está organizando visitas turísticas guiadas para particulares y asociaciones el segundo sábado de cada mes. Eso sí, durante los meses de julio y septiembre no se celebran. Su duración es de aproximadamente
una hora y es imprescindible inscribirse previamente en el teléfono: 658 774 6982.

Pero al margen de esta iniciativa, dos profesionales del sector, la presidenta de la Asociación Profesional de Guías de Turismo Oficial de Aragón, Mayte Rodríguez, y la guía Ana Naya, van a ofrecer su visión sobre la realidad actual del Mercado Central y el turismo, y las posibilidades que se pueden abrir en el futuro.

Mayte Rodríguez tiene claro que “la visita a los mercados y la gastronomía,
en general, son argumentos interesantes porque muestran la cultura de un lugar”. En este sentido, considera que al Mercado Central se le podría sacar más partido organizando en él jornadas gastronómicas, encuentros con distintas asociaciones y con el público, en general.

A su juicio, “hay que tener un poco de creatividad, ya que se pueden organizar muchas cosas en este espacio, que ha quedado tan bonito tras la remodelación; por ejemplo, puede ser el escenario donde llevar a cabo actos conmemorativos de todo tipo o jornadas de puertas abiertas de distintos colectivos”.

De su experiencia con grupos, comenta que “a los japoneses les parece
increíble; se preocupan por muchos aspectos de la vida de la ciudad: el
sueldo medio, la educación y también les interesa lo que comemos”. En este
sentido, explica que “les llama mucho la atención la verdura, ya que ellos no tienen la suerte de tener tanta variedad, así que es algo que miman
y valoran mucho, casi como si fuera un regalo”.

Mayte Rodríguez trabaja bastante el turismo de congresos y en las visitas
que realiza por Zaragoza “a los visitantes les gusta dar un pequeño paseo por el mercado”. “También tenemos clientes que quieren específicamente que les organicemos visitas basadas en mercados, así que les contamos
dónde se ubicaron estos espacios en la ciudad”.

La presidenta de esta asociación profesional explica que esta entidad
se creó recientemente y uno de sus principales objetivos es que sirva de
interlocución ante las instituciones. “Si vamos de la mano –concluye– se
pueden hacer muchas cosas, por supuesto, también alrededor del Mercado Central”.

Otra visión.

Ana Naya es guía oficial de Turismo y habitualmente incluye el Mercado
Central en las visitas que organiza de grupos generales. “Es un lugar que
gusta mucho, especialmente tras la reforma; la gente se queda sorprendida de su monumentalidad y por la luz y la limpieza que tiene”. Según esta guía, la situación es la idónea junto a las Murallas Rumanas y la estatua de César Augusto, y está muy próximo a la iglesia de San Juan de los Panetes y a la plaza del Pilar.

Ana asegura que “enseguida se detecta si a las personas que forman un grupo les interesan los mercados; cuando es así, haces más hincapié en ello porque realmente lo disfrutan e incluso compran en los puestos”. Esta guía comenta que la colaboración de los detallistas “es absoluta y, además, es muy cómodo para hacer las visitas, con esos pasillos tan amplios que te permiten moverte bien con los grupos”.

La duración de las explicaciones en el Mercado Central, según Ana Naya, “suele oscilar entre los cinco minutos, si solo recorres el pasillo central, y los 20 en el caso de que la gente se entretenga más”. Esta guía relata la historia del lugar, cómo surgió, las remodelaciones que ha habido y las características de su diseño arquitectónico. “Además, es muy importante valorar y mostrar la función social que cumple en Zaragoza, ya que hay otras ciudades como Madrid o Barcelona donde mercados parecidos se han convertido en espacios gastronómicos prácticamente en exclusiva para los turistas, cuando aquí no es así”.

En cuanto a los productos aragoneses que más conocen los visitantes, Ana
Naya comenta que, sobre todo, la borraja y el ternasco de Aragón,
“aunque este último hay muchas personas que lo confunden con el
lechal”. También asegura que “lo que más les gusta es su monumentalidad
y que se ve muy limpio y bien organizado”.

Otro detalle interesante es que en la ciudad prácticamente han desaparecido los baños públicos, que sí que existen en el Mercado Central,
“así que si son grupos pequeños nos piden acceder a su interior y poder
utilizarlos”.

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