Especializados en pescados salvajes y de roca
Al frente de Pescados y Mariscos Pedro está la tercera generación de pescateros, segunda en el Mercado Central, y el tercer Pedro: «mi abuelo ya era pescatero e iba vendiendo por los pueblos». Su padre se estableció en el Mercado Central en 1995 y cuando falleció, Pedro se hizo cargo del puesto sin dudarlo, no se había planteado otra profesión: «me gustó desde el primer momento. De pequeño ya acompañaba a mi padre y era algo que me atraía».
Desde hace cuatro años, dirige un puesto que se dobló en tamaño con la reforma del Mercado Central. A su vera, su madre, Juani Aglio, y su novia, Noelia Roldán, comparten con él la faena, «el trato con el cliente y el cuidado del producto ». Aunque su surtido es amplio –y más cuando se aproxima la Navidad y hay género que no se ve el resto del año–, con el tiempo se están especializando en pescado de roca, salvaje. «Tenemos mucho cliente de hostelería y ahora, como la gente no puede salir, se dan un capricho y se nota en las ventas».
Calidad superior, llegada desde Conil, manipulada con profesionalidad y vendida con una sonrisa es lo que ofrece Pescados y Mariscos Pedro, un puesto que fideliza al cliente. «Tengo mucha clientela que era de mi padre y hasta vienen personas de los pueblos que conocían a mi abuelo», dice un pescatero al que lo que más le gusta de su profesión es «que no hay rutina, cada día es diferente».