Los hidratos de carbono son compuestos fundamentales para el metabolismo y el desarrollo de la mayoría de los seres vivos.
Representan una gran parte del consumo calórico de casi todos los animales, incluido el hombre, pero tienen otras funciones importantes. No sólo aportan energía instantánea a través de los alimentos, sino que constituyen verdaderas reservas energéticas tanto en los animales, en forma de glucógeno, como en los vegetales, en forma de almidón.
Químicamente están compuestos por carbono, oxígeno e hidrógeno. Como ejemplo,mostramos la estructura química de la glucosa:
Funciones de los hidratos de carbono
Los hidratos de carbono son una buena fuente y almacén de energía.
En una dieta equilibrada deben aportar el 55-60 % de las calorías. Se metabolizan produciendo 4 kcal/g.
Una vez cubiertas las necesidades diarias, se pueden almacenar en forma de glucógeno hepático o muscular, como fuente de energía rápida, y el resto se transforma en grasa de reserva.
La glucosa constituye, en condiciones normales, el «combustible» del sistema nervioso. Como el organismo no es capaz de sintetizarla y la reserva de glucógeno es insuficiente, se deben consumir hidratos de carbono todos los días para asegurar el aporte de glucosa necesario.
Otras funciones significativas de los hidratos de carbono son las siguientes:
• Mejoran la utilización de otros macronutrientes, evitando la degradación de las proteínas corporales para ser usadas como combustible y la excesiva movilización de lípidos, que podría producir cetosis (aumento excesivo de la acetona y de sus derivados en la sangre).
•Favorecen el buen funcionamiento intestinal.
•La lactosa contenida en los productos lácteos favorece el desarrollo de la flora intestinal.
