“Los menuceles son una fuente de
salud y los jóvenes deben saberlo”
Alba y su madre son el alma de Menuceles Cristina. Ella recuerda que con 15 años ya elaboraba madejas en el obrador y con 18 empezó a trabajar fija. Alba es consciente de que trabaja una materia prima (hígado, asadura, corazón, callos…) que así, de entrada, no encaja demasiado con los gustos de los jóvenes, pero no se cansa de hacer una labor didáctica sobre la bondad de sus productos. “A la plancha o en guisos, son fáciles de preparar –comenta–, así que por ahí no hay excusa para no consumirlos, pero es que, además, tienen muchos nutrientes y vitaminas, como el hígado, o son una gran fuente de colágeno para las articulaciones, como los callos”.
Alba considera que las redes sociales también pueden ser un buen aliado, “pero mis productos son más de ver en el puesto, de una atención presencial, al ser un género delicado”. En cualquier caso, una vez que pase el verano se va a plantear potenciar mucho más la venta a domicilio.
Entre sus clientes, Alba Fernández trabaja mucho con la hostelería, sobre todo las madejas. “Hay que ofrecer una atención personalizada, ya que en unos bares o restaurantes les gustan más gordas y en otros más finas”, asegura. Además, cuenta con mucha clientela extranjera joven que está acostumbrada a consumir sus productos. “Poco a poco las nuevas generaciones se tienen que ir dando cuenta de la fuente de salud y nutrición que representa el consumo de menuceles”, concluye.