Comida deshidratada: práctica, nutritiva, con todo el sabor y no perecedera

Hierbas, especias, setas y frutas deshidratadas llenan de colores
y de aromas La Tienda de Idoya, un paraíso para los amantes de
la alimentación saludable.

La antigua técnica de la deshidratación, antaño utilizada con el único
fin de prolongar la vida de los alimentos, ha ganado protagonismo gracias
a su incorporación a la alta cocina y al auge de las dietas saludables y es que la deshidratación permite conservar los alimentos, con todas sus propiedades nutricionales y organolépticas, sin necesidad de añadir ningún aditivo. Además, las comidas deshidratadas son de fácil y rápida
elaboración.

La tienda de Idoya en el Mercado Central

Así lo entendió Idoya Gadea Muñoz cuando, en febrero de 2020, junto a su
compañera y amiga Mónica, abrió La Tienda de Idoya. «Vivimos en una vorágine en la que no tenemos tiempo para dedicar a las cosas más básicas.
Por eso se inventaron las comidas deshidratadas, comidas naturales que se conservan durante un tiempo prolongado y a la hora de ingerirlas están en un estado óptimo».

El surtido de La Tienda de Idoya de comida deshidratada es amplio, yendo desde el más básico sofrito –con cebolla, tomate, pimiento, etc.–, hasta mezclas más elaboradas como el risotto de boletus y trufa, la sopa juliana o la fideuá. «Traemos los productos a granel y nosotras hacemos las mezclas».

Otra de las ventajas de la comida deshidratada es la atemporalidad: «antes tenías que esperar la temporada para comer colmenillas o boletus, ahora hay todo el año y lo mismo ocurre con las frutas». Y es que, si bien hasta hace poco era difícil encontrar frutas deshidratadas más allá de los dátiles,
orejones o pasas, ahora el surtido se multiplica: fresas, piña, hibiscos, mango, papaya, arándanos… pueden disfrutarse como saludables snacks, en el desayuno, en repostería y, cada vez más, en la cocina.

Muestra de la variedad de productos de la tienda de Idoya

También al peso y por separado o en las mezclas que propone Idoya, se encuentran las infusiones. «Lo primero, preguntamos al cliente cuándo y para qué la quiere tomar: para relajarse, hacer mejor la digestión, despertar…». Según sus necesidades, Idoya y Mónica aconsejan alguna de las 15 infusiones que ofertan y que dan a conocer regalando una muestra con cada compra.

Otro componente no menos importante son las especias que han irrumpido con fuerza en nuestra cocina y cuya variedad ha aumentado considerablemente. «Vivimos en una sociedad multicultural y queremos darles un toque diferente a nuestros platos». Gran parte de las especias vienen de Marruecos «donde tienen una calidad y un sabor muy especial
», no así el resto de los productos que compran en España «siempre que encontremos la calidad que buscamos».

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