Embutidos ahumados, quesos, bebidas, dulces, conservas o legumbres son algunos de sus alimentos.
En su puesto del Mercado Central, Elena Lumhinita Nicoará ofrece un gran
muestrario de productos de su país, Rumanía. Muchos compatriotas se acercan a diario, pero también lo hacen cada vez más españoles a comprar, por ejemplo, las hogazas o el pan macerado que tiene.
El muestrario de alimentos de Rumanía es muy amplio. Uno de los más importantes es el de los embutidos, que en este país se consumen mayoritariamente con un punto ahumado (salami, mortadela, pastrami
de oveja y de cerdo…). También es interesante la propuesta de quesos y lácteos. Los hay de oveja, feta, de cabra o la crema agria de leche, “que tiene mucha aceptación”, comenta Elena.
Su puesto casi es como un supermercado por la cantidad de productos que tiene y lo variados que son. Hay conservas y legumbres de Rumanía “y tengo una harina de maíz y un pan rallado especial que les gusta mucho a
los españoles”. El chucrut es uno de los fermentados más consumidos en los países de Centroeuropa y cada vez más en España. “A los clientes les encanta el que tengo con carne picada”, comenta.
Bebidas, aperitivos, galletas, pasteles, café y licores suman argumentos culinarios en este puesto que tiene una trayectoria de 15 años en el Mercado Central. “Tras la reforma ha quedado muy bonito –comenta su responsable–, poco a poco está viniendo más gente tras los peores meses de la pandemia”.