Las vitaminas.
Las vitaminas son compuestos orgánicos presentes en los alimentos naturales, bien en su forma definitiva o como precursores que se pueden transformar. El organismo las necesita en cantidades muy pequeñas, pero son indispensables para el crecimiento, la salud y el equilibrio nutricional.
A diferencia de otras sustancias nutritivas de origen alimentario, no intervienen en la formación de los tejidos ni proporcionan energía. Las vitaminas desempeñan funciones bioquímicas, actuando como catalizadores en numerosos procesos enzimáticos.
Tienen carácter esencial, es decir, que no se sintetizan en el organismo, por lo que deben ser ingeridas con los alimentos.
Casi todos los alimentos son portadores de vitaminas, en mayor o menor cuantía, aunque no hay uno solo que las contenga todas. Para conseguir una ingesta adecuada es necesario consumir diariamente una dieta variada que proporcione un aporte equilibrado de todos los alimentos.
Tipos de vitaminas.
Podemos distinguir dos tipos de vitaminas:
• Hidrosolubles: solubles en agua y eliminadas a través de la orina.
• Liposolubles: solubles en los lípidos, se almacenan en el organismo y no se eliminan.
En este enlace Angel Gil (Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada) te explica las vitaminas hidrosolubles
Necesidades vitamínicas.
Las necesidades vitamínicas están en relación directa con la función que desempeñan en el organismo. Por ejemplo, sabemos que el metabolismo de los hidratos de carbono está estrechamente relacionado con algunas vitaminas del grupo B, por tanto, las necesidades de estas vitaminas dependerán de la tasa de carbohidratos de la dieta.
Esto lleva directamente a establecer una relación vitamina-alimento, ya que la gran mayoría de las vitaminas intervienen como coenzimas o catalizadores en el metabolismo de los macronutrientes.
Para calcular el contenido vitamínico de la dieta hay que tener en cuenta otros factores:
a) Algunas vitaminas están contenidas en los alimentos en forma de precursores, cuya equivalencia con la vitamina activa debe valorarse, por ejemplo, 60 mg de triptófano (aminoácido que es un constituyente esencial de las vitaminas) pueden formar 1 mg de niacina (vitamina B3).
b) Existen sustancias que podemos considerar como «antivitaminas», que influyen en la utilización de las vitaminas, pudiendo llegar a destruirlas o anularlas funcionalmente.