En el nombre de la frutería, Los Pocholos, se resume bastante bien
cómo entienden Carmen García e Ignacio Ornad su trabajo en el Mercado
Central. El trato cercano, la comunicación y el cariño con sus clientes/amigos es su valor añadido más importante.
Así al menos lo cree Carmen. Es lo que ella aprendió de su madre y lo que
intenta transmitir cada día desde su condición de vendedora nata, que antes de dedicarse a la fruta trabajó en otros gremios, aunque tenía claro que terminaría llevando las riendas del negocio de sus padres.
“Sin la reforma del Mercado no hubiéramos seguido”. Así de claro lo tienen
Carmen e Ignacio. Su puesto ha crecido notablemente y ahora están orgullosos de lo bien que pueden mostrar sus productos.
Una buena relación calidad/precio y el amplio abanico de frutas y verduras
que ofrecen son dos de sus principales argumentos de venta. Y entre sus productos, el tomate de Zaragoza, que ahora está en el mejor momento de la temporada, y la judía perona, tienen mucho tirón.
Carmen se muestra orgullosa de contar con tres generaciones de clientes
entre muchas familias. Y, sobre todo, de ayudar a los más mayores. “Hay gente que ya no puede venir y que no se maneja con las nuevas tecnologías, así que nos llaman por teléfono y les llevamos el pedido gratis a casa”, explica. Lo dicho, trato cercano y cariño a raudales, las claves del éxito de Los Pocholos.