Hemos quedado con Luciano en su puesto de carnicería que regenta desde hace unos cinco años. Es un joven de buena presencia y con una agradable sonrisa que viene acompañada de un tono de voz amable y educado del que se deduce un agradable acento brasileño.
Se muestra orgulloso de su origen y exhibe la bandera del país más grande de Sudamérica junto con la española. Lo que hemos descrito anteriormente está en plena concordancia con el lema en portugués de «ORDEM E PROGRESSO», que figura en la banda blanca de la bandera brasileña. El progreso lo ha demostrado claramente tras haber comenzado en el mercado en 2008, primero como empleado y tres años más tarde como responsable de su propio puesto de carnicería.
Su propia persona y la imagen visual de su puesto hacen honor al lema de la bandera brasileña: «ORDEM E PROGRESSO»
Su origen americano le ha permitido estar familiarizado con los gustos y costumbres de muchos de los nuevos españoles oriundos de Ecuador y Colombia, Brasil e incluso de Argentina. Así, sabe como realizar los cortes de carne que son los preferidos en los países anteriormente citados. Del mismo modo, se ha preocupado por adaptar su surtido a los gustos de la numerosa comunidad rumana residente en Aragón. Estos conocimientos, unidos a su adaptación a los gustos y preferencias de los españoles, le permiten atender de manera personalizada a un amplio espectro de clientes de diferentes procedencias.
Cuando le estábamos realizando la entrevista, se aproximó una cliente de origen colombiano. Luciano le preguntó por el chorizo colombiano que elabora con magro de cerdo, pimentón, cebolletas, pimiento rojo y especias típicas de Colombia. La clienta le dijo que el sabor y calidad eran idénticos al elaborado en el país sudamericano. Lo anterior prueba lo anteriormente descrito y permite ampliar la oferta comercial del mercado a los nuevos residentes.
Siempre solemos preguntar a los entrevistados por anécdotas o curiosidades. Luciano nos relata que estando en el mercado llegó a encontrarse con una persona que ya conocía y que procedía de su misma ciudad y barrio del norte de Brasil. Al principio, los dos se extrañaron al reencontrarse a miles de kilómetros de distancia y se preguntaron: ¿Será él? ¿Será ella?…
De su relación con sus compañeros en el mercado señala que siempre se ha sentido arropado y apoyado. Lo anterior demuestra que el mercado lo hacen los detallistas que deben cuidar del mercado y de sus gentes. Si lo dejan deteriorarse, el mercado perderá su esencia.
Los detallistas deben cuidar del mercado y de sus gentes, tanto trabajadores como clientes.
Finalizamos la entrevista preguntándole por el nuevo mercado en el que espera estar presente. Se imagina en un puesto más grande y espacioso, en el que pueda disponer de más espacio para exponer de manera ordenada todos los productos que ofrece.
Su juventud e ilusión nos dan ánimo y confianza, puesto que él y muchos de los jóvenes que están ahora en el mercado harán el mercado del futuro, en el que deberemos esforzarnos para atraer al sector más joven de la población que actualmente realiza sus compras en otros formatos comerciales. Ese es el gran reto y en eso estaremos todos, tomando aliento del esfuerzo e ilusión que demuestra cada día Luciano.